Blogseries | La impaciencia del corazón
Desde hace un año decidí estar solo, porque mi autonomía reclamaba sus espacios y la costumbre pedía su ración de muerte.
Aunque con Cata todo el amor del mundo cabía en mi casa, necesitaba un tiempo para la disidencia entre lo que era y lo que quiero ser.
Cata está ahora en Londres haciendo su maestría. Yo vivo en Bogotá City, en un antiguo edificio, en el último piso, en un apartamento decorado de forma extraña. Trabajo en lo que me encanta y soy el dueño de mis palabras insólitas, de mis actos desmedidos que oscilan y deliran en el estrago de la inhibición y de las situaciones en llamas.
Acabo de llegar a mi casa y tan pronto veo a Doctor me acuerdo que se me olvidó dejarle qué comer al pobre gato. Otra noche por fuera y lo mato. Tengo los ojos rojos del sueño. Debí ser más compasivo con mi humanidad y santificar el viernes. Descansar. Dormir. Pedir domicilio. Desconectar el teléfono. Pasearme en boxer por todo el apartamento hasta llegar a la nevera. Vivir como el Doctor. Despreocupado por las noticias.
Esta semana fue como flamear en alma ajena. El lunes encontré a mi tercer homónimo. Coincidencialmente, los tres (El peruano, el chileno y yo) somos coetáneos y trabajamos en proyectos similares en nuestro “tiempo libre”. ¡Qué pequeño es el mundo!
El jueves me vi con Lore, después del cumpleaños de Mutarte, y el viernes, pues, se prolongó hasta el mediodía de hoy. El mustio sol de septiembre parece estar más a mi favor que en contra. ¿Habrá llegado la hora de aproximar el corazón a la tierra?
Este blog cada día se parece más a mi casa. Algún poema malogrado como picaporte, una docena de palabras venenosas en la nevera, valoraciones injustas en el cajón del estudio, imágenes irreconocibles en el cuadro de la entrada y un edicto que, en las primeras líneas, sentencia que el pasado quedó al otro lado de la puerta, donde deberá quedarse para siempre, fabricando el guión de su próxima película.
Un afectuoso saludo en estas fechas y recuerden que si existe el amor, es un instante de sexo detenido.
Aunque con Cata todo el amor del mundo cabía en mi casa, necesitaba un tiempo para la disidencia entre lo que era y lo que quiero ser.
Cata está ahora en Londres haciendo su maestría. Yo vivo en Bogotá City, en un antiguo edificio, en el último piso, en un apartamento decorado de forma extraña. Trabajo en lo que me encanta y soy el dueño de mis palabras insólitas, de mis actos desmedidos que oscilan y deliran en el estrago de la inhibición y de las situaciones en llamas.
Acabo de llegar a mi casa y tan pronto veo a Doctor me acuerdo que se me olvidó dejarle qué comer al pobre gato. Otra noche por fuera y lo mato. Tengo los ojos rojos del sueño. Debí ser más compasivo con mi humanidad y santificar el viernes. Descansar. Dormir. Pedir domicilio. Desconectar el teléfono. Pasearme en boxer por todo el apartamento hasta llegar a la nevera. Vivir como el Doctor. Despreocupado por las noticias.
Esta semana fue como flamear en alma ajena. El lunes encontré a mi tercer homónimo. Coincidencialmente, los tres (El peruano, el chileno y yo) somos coetáneos y trabajamos en proyectos similares en nuestro “tiempo libre”. ¡Qué pequeño es el mundo!
El jueves me vi con Lore, después del cumpleaños de Mutarte, y el viernes, pues, se prolongó hasta el mediodía de hoy. El mustio sol de septiembre parece estar más a mi favor que en contra. ¿Habrá llegado la hora de aproximar el corazón a la tierra?
Este blog cada día se parece más a mi casa. Algún poema malogrado como picaporte, una docena de palabras venenosas en la nevera, valoraciones injustas en el cajón del estudio, imágenes irreconocibles en el cuadro de la entrada y un edicto que, en las primeras líneas, sentencia que el pasado quedó al otro lado de la puerta, donde deberá quedarse para siempre, fabricando el guión de su próxima película.
Un afectuoso saludo en estas fechas y recuerden que si existe el amor, es un instante de sexo detenido.
5 Puertas abiertas:
At Saturday, 17 September, 2005,
Sandra Martinez said…
POR FIN PUDE ENTRAR... no recordaba q tenias un gato que panico, es mas descomplicado este blog no chauuuuuuuu
At Monday, 19 September, 2005,
Pili said…
q cosas...
"el amor es la máscara del deseo sexual": (Del amanecer a la decadencia, Jacques Barzun...)
At Monday, 19 September, 2005,
Anonymous said…
Incohezo: ¡Qué memoria! Los gatos son inofensivos. Y sí, este blog es de caucho.
Pilicapti: Eso parece...
At Tuesday, 20 September, 2005,
Sandra Martinez said…
lo siento.. pero ya sabes q a veces parezco una anciana saludos
At Wednesday, 07 February, 2007,
Anonymous said…
Very nice site! »
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