Requiem for a point of view
Cuando la mujer despierta, yo me preparo un café como placebo. Me ausento mirando la ventana y me fumo un cigarrillo. Recuerdo entre aromas una de las fiestas distendidas al aire libre con whiskey, mujeres amargas y cerveza de barril.
Como si recordar no causara tanto daño, yo también hablo de la muerte y bebo y bebo. Y siento que todas las palabras se han usado ya, por eso me callo y un ángel dándome un golpe en la espalda me dice “¡Resígnate o te resignaran!”.
Superado el aislamiento vuelvo, pues mientras más acompañado despierto, más sediento parezco, más solitario, más curioso y más frío.
Como un samurai derrotado me hago el hara kiri, como si en realidad me masturbara sensualizado por la muerte.
La mujer se levanta y empieza a bailar en el agua y un ligero rubor hace que mi sangre infértil sea distinta. Ya no es loto…ahora es una constelación de lo divino reflejada en el piso.
Desde ya me pregunto: ¿esta noche qué mundo tocará a mi puerta? She said...
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