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    Monday, August 29, 2005

    [Pic] She dances and I just...

    Cortesía de Alejo Parrandón.
    Dj de Tinaja
    Las mujeres son las que bailan. Nosotros sólo las acompañamos.
    Ellas se mueven y el mundo gira. ¿Será que somos los planetas de su sistema solar?

    Friday, August 26, 2005

    Inicia programa de protección a bloggers

    Tras la misteriosa desaparición de Sangre Rebelde, La Rocket, New Skin, Jack y del Cofrade, decidí acogerme al programa de protección a bloggers.

    Péguele, aún está a tiempo de recobrar su seudo anonimato y así andar por las calles como un “perfecto desconocido”.

    ¡Llame yaaaaaaaaaaaáaaa!

    En la foto Aleja, como siempre, burlándose de todas mis decisiones.

    Knocking on the heaven’s door

    En la pared, el tríptico que anunciaba mi retorno y sobre la mesa tres copas y varias servilletas bordadas en las esquinas. Una melodía rota flotaba a más de dos metros del suelo. Es la deuda que el jazz le debe a la luna. La sensualidad del saxo.


    [A falta de lira, mañana me compraré una corneta, para avisar que he vuelto] Orfeo

    Saturday, August 20, 2005

    Epidérmico

    Friday, August 19, 2005

    Summer Time

    Llega la tarde con su dosis de euforia y aquellas nubes que antes del almuerzo presagiaban lluvia se dispersan como si les emputara la noche. Mi ciudad se oscurece y aunque “Parece que va a llover”, no llueve.

    En el Transmilenio, una voz de juguete Made in Taiwan dice “Próxima Parada Marly A” y una joven de 16 años salta de la silla azul y sujeta muy fuerte al bebé que tiene en brazos. Un anciano la mira de reojo para verle el culo. El bebé llora y el bus se detiene, pero la puerta no se abre.

    Al otro lado del vidrio, un señor de traje levanta el brazo y aprieta el botón, y acto seguido saca un pañuelo del bolsillo trasero del pantalón para limpiarse las manos. La joven sale del bus, el bebé deja de llorar y el anciano carraspea.

    Nuevamente del parlante monofónico se oye la voz de juguete Made in Taiwan “Próxima Parada Calle 57 A”. A fuera pululan las prostitutas y los mariachis. Un ambiente denso cubre toda la cuadra, como si una colonia jamaiquina viviera a pocos metros.

    Esta vez soy yo el que salto de la silla y miro con cara de rifle, para que el gordo, que está en la puerta, se mueva y no estorbe. Cuando estoy cruzando la puerta, un olor nauseabundo se me queda en la nariz. Un mixto entre pedo y chucha. ¡Mierda!

    Luego de tres empujones salgo y quedo libre.

    A menos de 4 cuadras, en la séptima con 59, el pavimento se mueve. “Por favor, un documento con foto y 10 mil pesos de cover”, me dice un tipo con chaqueta naranja. Saco la billetera y le muestro mi cédula y le doy las gracias y dos billetes de cinco.


    Cruzo la puerta, nuevamente me siento de dieciocho, y veo al fondo a Monik. “Quiubo, qué más por qué no habías vuelto”, me pregunta. Yo no le respondo sólo le doy un beso.

    Miro a mis amigos a ver qué o qué. “Páseme diez pa´ comprar Vodka” me dice Yeyo. Le digo que es muy temprano, que no se acelere.

    Prendo el primer cigarrillo de la noche y me dejo ir por el beat cadencioso del Saint Germain. “Al fin me va a dar los diez” me pregunta Yeyo. Le digo que es muy temprano, hermano. “Ahh, listo”.

    Tomo un sorbo de cerveza y me respondo por qué he vuelto. La verdad no podría irme; amo esta ciudad que late a ritmo de mi sangre.

    Monday, August 15, 2005

    Como el conejo de Alicia, debo empezar a correr

    Antes de 45 días quiero perder la memoria. Quiero tener una laguna que borre el mes de septiembre sobre todo esas fechas de aniversarios muertos. Quiero cumplir 26 y que al otro día sea primero de octubre, para no tener que acordarme de nada.

    Le agradecería a mi Karma que no me joda, que no me llame y que siga en su lindo circo, pues el cine ha demostrado, por varias décadas, que las segundas y las terceras partes son las peores. Por eso, execrable Némesis ¡Fuck out! y, por favor, destruya el radar que monitorea mis estados de ánimo.

    Como es domingo quiero levantarme tarde, desayunar café, que sepa a café, y pancakes con mucha miel. Después de bañarme, me apetece recibir los cariños generosos de una geisha, que combine las técnicas de Laura y de Camila. Que si se la sabe canté NE ME QUITTE PAS, con la voz de Dolores, mientras con su cabeza hace interminables garabatos invisibles.

    En cuanto, al día quiero que sea soleado, pero eso no lo decido yo. Tampoco los daños colaterales que generen noticias. Yo, como cualquier otro mortal, sólo puedo desear e intentar porque esa fecha se dé sin mayores contratiempos.

    Para generar el bache en septiembre no tengo muchas ideas en la lista. Necesito, literalmente, desconectarme la última semana del mes.

    En estos casos, el licor incrementa los flashback del bloc de notas, por eso la opción de mandarme tres guayas al día está totalmente descartada. Tampoco quiero un viaje de hongos, pues la idea es volver en octubre y no quedarme eternamente de paseo por “el bosque de la China”.

    No quiero formatearme el disco, sólo quiero borrar un ARCHIVO. Tengo 45 días para evitar el Y2K.

    Friday, August 12, 2005

    Orsai

    El sábado estaba en mi casa, tumbado en mi cama, viendo la tele, como muy pocas veces lo hago. La noche anterior había salido con “aquella niña” y tenía dentro de mi cabeza dos de sus frases en random. La primera, era usual, pues las mujeres nunca saben qué les pasa. La segunda, era un dardo venenoso que, por fortuna, se incrustó más arriba del talón o el resultado hubiera sido nefasto.

    Aún así con dolo o no, “aquella niña” logró su cometido. Era el pensamiento constante e unísono en la noche del sábado viendo la tele. Ni siquiera una buena canción podría detener la fila de autocríticas que iban y venían.

    Sin embargo, como hijo de la tecnología mi celular timbra y todo se esfuma. Era Dianato, mi mejor amiga, para invitarme a jugar bolos. Le dije que sí, pero no tenía ni cinco de ganas de salir. Además oí entrecortado la cláusula maldita “con los amigos de mi novio”. No me pregunten, entonces por qué fui, pero allá llegué. Tanto como jugar, pues no. Eso de ponerse zapatos con la pecueca de toda Bogotá, les cuento, no me desvela. Entonces, como un abuelito, me senté y los vi jugar. Me reí mucho y tome mucha cerveza. Al menos “me di otro aire”, diría mi mamá.

    Esa gente terminó de jugar y Dianato completó sus 100 canales. Me alegré de no haber jugado, pues todos empezaron a quejarse del brazo y de la mano. Yo ahí sin dolor, burlándome de los desconocidos (un famoso blogger y su novia). No por nada dicen que el que gana es el que goza. (je, je, je)

    Dianato me había prometido que después de los bolos nos íbamos “solos” a tomar algo. Propuesta que me sonó, me sonó. Sin embargo, el novio “se delicó”.porque el plan era irse para el Chango.

    La situación era la siguiente:
    Dos parejas: Dianato y su novio, el que “se delicó” y luego se “pusó digno”, y sus dos amigos, el famoso blogger y su novia. Y un violinista sin orquesta: Yo.

    Bueno, yo me voy…dije.

    Dianato hizo show. Que si yo me iba, ella se iba conmigo. El novio con justa razón se emputó otra vez. Yo le dije quédese. Mire, que este man va pensar que yo tengo un cuento con usted y después la coge conmigo.

    Yo sabía que Diana estaba hablando en serio, por eso decidí irme de concierto al Chango sin violín y sin orquesta.

    Llegamos a la 48 con séptima. Cuando pagué el cover recordé que era mi quinta vez en el Chango. La cosa pintaba mal, Diana quería usarme para darle celos al novio. ¡Qué maldita maña de las amigas!

    Por eso, me dispuse a llevar a cabo mi plan macabro. Dejaría que el amor los distrajera, para desconectarme del grupo. Cuando vi que ni siquiera un pellizco de monja podía detener los besos, me enrumbé con unas niñas que estaban bailando en la esquina.

    Vi la escena desde donde estaba y sentí que ahora todo estaba en su lugar, incluso yo: muy lejos del Orsai, porque “lo verdaderamente importante// es estar en el lugar apropiado// Dispuesto a todo// a cometer el crimen de la peor laya// Aunque nada suceda”.

    Wednesday, August 10, 2005

    Requiem for a point of view

    “El viejo rito me posee…varias noches sin sueño”.

    Cuando la mujer despierta, yo me preparo un café como placebo. Me ausento mirando la ventana y me fumo un cigarrillo. Recuerdo entre aromas una de las fiestas distendidas al aire libre con whiskey, mujeres amargas y cerveza de barril.

    Como si recordar no causara tanto daño, yo también hablo de la muerte y bebo y bebo. Y siento que todas las palabras se han usado ya, por eso me callo y un ángel dándome un golpe en la espalda me dice “¡Resígnate o te resignaran!”.

    Superado el aislamiento vuelvo, pues mientras más acompañado despierto, más sediento parezco, más solitario, más curioso y más frío.

    Como un samurai derrotado me hago el hara kiri, como si en realidad me masturbara sensualizado por la muerte.

    La mujer se levanta y empieza a bailar en el agua y un ligero rubor hace que mi sangre infértil sea distinta. Ya no es loto…ahora es una constelación de lo divino reflejada en el piso.

    Desde ya me pregunto: ¿esta noche qué mundo tocará a mi puerta? She said...

    Friday, August 05, 2005

    Estrenando camiseta blanca

    Los días del duelo se acaban. Aquella estupidez que me revolcó por meses, desaparece, como el vaho en un espejo. De la misma manera como el tiempo empieza a romperse y empieza sangrar, el tiempo deja escapar un nuevo sol, una nueva luna y las palabras empiezan a nacer.

    He dejado el trapecio imaginario, y aunque todavía estoy en el pantano, mis heridas son pequeños ladridos en medio del silencio.

    La embriaguez de mi sexo flota en el vacío y desde la ventana veo a mi vecina caminando desnuda por la sala. Ella me ve, yo confundido no sé si cerrar la ventana o salir corriendo.

    Yo, cargado de imágenes de amores muertos y ecos de canciones, me quedo congelado, como cuando era niño y jugaba a las escondidas americanas.

    Mi vecina me saluda todavía desnuda. Estoy a más de siete metros de distancia y no sé qué hacer, para jurarle que desde acá sólo puedo verle la cara.

    No sé si saludarla o retirarme de la ventana, pues con esta miopía no es que vea mucho. Recordé que mi oftalmólogo, en la última consulta, me dijo que ya podía operarme.

    Sigo como un idiota ejercitando el músculo del adiós. Aquella parte del brazo que se mueve, cuando uno se despide o saluda desde lejos.

    Mi vecina tiene como 24 años o, al menos, eso es lo que alcanzo a ver desde acá. El domingo estaba adelante mío en la fila del supermercado. Recuerdo que tan pronto la vi traté que la caja de preservativos quedara sepultada entre el carrito. No por pena sino para evitar el chisme. No me gusta que sepan que marca compro y si son ultrasensibles o lubricados.

    En una ocasión, un tipo vio la caja en el carrito y me preguntó”… ¿y esos qué tal salen?”. Ehh, qué cosita. Lo juro, todo el mundo me ve cara de supervisor de calidad. Qué tal, pues, entonces déjeme preguntarle a su novia si son con alas o con hélice.

    Nuevamente, en la escena de la ventana, después de dos minutos de mutuas reverencias, corrí la persiana. Humm, sí, lo admito levante luego un poco la persiana, para saber si seguía mirando, pero las luces estaban apagadas.

    [Si bien lo de Orfeo no es por feo, no me considero pinta. Soy modelo 1979 estándar con motor 2.8]

    Mientras miraba hacía esa sala, pensé que lo del show no era conmigo, pues uno nunca puede ser tan convencido en esta vida y menos con una mujer.

    Sin embargo, esta mañana a la salida de mi casa, me la encontré. Ella vive en el conjunto de al lado. Ella me miró, yo la miré. Ella me miró, yo la miré. Ella me miró y yo la mire y la mire y la mire y…me fui a la avenida a parar un taxi.

    No pude decirle nada. Tenía pena. ¿Qué querían que hiciera? Oye, yo era el voyeur de anoche y no quiero irme a trabajar sin antes decirte que estás divina y que el tatuaje que tienes a cinco dedos de tu ombligo está en el mejor de los sitios.

    ¡Eso es mucho oso para hacerlo a palo seco!

    Si todo hubiera pasado a la madrugada del sábado, seguro que las cosas serían diferentes. ¡Mentiras! Me hubiera ido de geta por la ventana. Quién me manda a ser tan tímido y no hablarle.

    Bueno, ni modo. La próxima vez, le sonrió para que sepa que it´s all right and…something else. Que está muy lejos llena de consonantes y suspiros, y yo aquí frente a un abismo sin ecos, sin vocablos y sin aullidos, como un diablo que bosteza desde hace 5.000 años.


    Posdata: Acabo de llamar al 6449001 y me atienden hasta septiembre. Menos mal que a quien le perturban estos comentarios no sabe de la existencia de este blog, porque podría castigarme con la misma suerte de Mateo.
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